El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Juguemos en el bosque mientras el duende no está (2003)


Los seres fantásticos que supieron copar las golosinas de otras épocas son muchísimos, pero hoy vamos a recordar a un curioso personaje bastante poco recordado pero que tiene sus simpatizantes: Gorby fue un duende de color verde casi sin cuero pero justiciero y aventurero que creó en 2003 Arcor para una promoción especial que se había lanzado para esa época. La cultura de los duendes irlandeses tan explotada en otros lugares tuvo por primera vez un exponente argentino, tal vez un inmigrante no reconocido por el resto de las culturas. Su creador fue Marcelo Basile, el mismo ilustrador que creó el toro de Cereal Milk, la Tortuga del bocadito Tortuguita, el dinosaurio de los cereales Tres Arroyos y las actuales versiones de Patitas. Eran tiempos en los que Arcor apostaba fuerte a este tipo de productos, ya que es el mismo año en el que lanzó los juegos Tierras Mágicas creado para los chicles Cowboy. En un mundo perfectamente compatible con esos seres creados para Cowboy, existía el duende Gorby. A diferencia de Tierras Mágicas, Gorby se la jugó por un producto creado especialmente para él, que eran los caramelos con ese mismo nombre. Eran de color verde y tenían la formita de un trébol de 4 hojas, se vendían por unidad y eran muy dulces, sin poder tener un sabor definido. Dentro de cada uno de esos caramelos venía un ministicker con un personaje del mundo de Gorby, el cual debía pegarse en un álbum como el que vemos en la foto. Tal vez en otras épocas de mayor esplendor para este tipo de personajes el "album" en cuestión hubiera sido una cosa más pomposa y elaborada, pero los tiempos económicos de ese entonces (sumado a que juntar figuritas ya no reunía la misma cantidad de adeptos que en los 80, por ejemplo) relegaron a que el álbum de Gorby fuera una simple hoja A4: de un lado se relataba la historia de este duende y las peripecias por las que lo hacían pasar. Del otro lado aparecía un paisaje vacío, el cual debía llenarse con las figuritas que venían en los caramelos. Pero no podían pegarse en cualquier lado, sino en los espacios que específicamente el álbum (mejor dicho "coleccionador") te decía que iba cada personaje. Había además un aliciente: si se completaba todo correctamente, mandabas por correo tu álbum y podías recibir premios por haber ayudado al duende: consolas de videojuegos, computadoras, bicicletas y también había lugar para lo freak: muñecos de Gorby,  y colgantes del talismán de la suerte, el cual vemos en la foto y sirve para recordar que así eran los caramelos, salvo que en lugar de amarillos eran de un verde bien vivo, Sin grandes campañas publicitarias, Gorby fue un éxito y tuvo varios años de vida: su primer aventura ocurrió como se dijo en 2003 y la última en 2006. En cada una de esas oportunidades se renovaban los stickers y los premios. Sin embargo, más que conseguir algo por llenarlo, fue muy común que muchos chicos guardaran esos álbumes para coleccionarlos. Luego de esta saga, Gorby nunca más volvió a realizar alguna travesía, y tampoco existe demasiada data sobre él en la Internet a pesar de ser relativamente reciente. El tiempo pasó y los álbumes de figuritas se fueron volviendo una especie en extinción, y en muchos casos posteriores se convirtieron en un objeto obviable, transformándose en una mera descarga gratuita en algún sitio web. A pesar de ello, siempre habrá un espacio para recordar a Gorby, el simpático duende que supo caerle simpático a mucha gente con una idea muy sencilla y austera. Sin apoyo de Disney ni Pixar ni DreamWorks ni nadie. Tal vez uno de los últimos ídolos argentinos que el mundo de las figuritas supo crear.

2 comentarios:

  1. Amaba este duende. Bolsas y bolsas de caramelos compraba. Hicieron hasta donde yo recuerdo dos cortos animados publicitarios pero no encontre rastro alguno en internet.

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  2. Amábamos comer esos caramelos con mi hermano y justar las figuritas, claro... Hasta que un día un grande desapareció.

    Encontré este blog y me emocione, perdón(?

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