El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Sonreír no pasa de moda

Hace ya tantos años que se considera importante la salud bucal que se ha vuelto un elemento indispensable en el aspecto de una persona de los tiempos actuales. Pero si tratamos de reunir en una sola palabra todo el conocimiento y comercio dental de la actualidad, seguramente esa palabra sea Colgate. Porque no importa si es verdad que Colgate (o "colgueit") sea verdaderamente una empresa seria y que venda productos útiles: la opinión general es que sí lo hace. Con eso basta para tener una buena imagen que se tradujo en una trayectoria de hace décadas. Esta marca, tan fácil de ser un chiste fácil, es en realidad un apellido: el de William Colgate, un empresario inglés que empezó su fortuna vendiendo jabón y en 1806 fundó la compañía con su nombre. Dicha empresa se abocó a los productos de la higiene y el cuidado personal, desarrollando su primer artículo para los dientes en 1877: crema para dientes, la cual se comercializaba en vasos. Por primera vez se vendía un producto dental en crema, ya que previamente sólo existían los polvos deshidratados. En 1896 aparecería otro elemento clave, y de su creación también: el tubo dentífrico. A partir de allí, la relación entre este tubo y la marca Colgate fue instantánea. Semejante invento revolucionario los ayudaría a expandirse de manera exponencial por todo el mundo durante todo el siglo XX. La famosa fusión con Palmolive ocurriría en 1928, un año después de su desembarco en la Argentina. A partir de ese momento, no se iría nunca más. La primera imagen corresponde a 1949, épocas en las que Colgate ya estaba siendo famoso no sólo por su dentífrico sino también por comercializar cepillos. Resulta increíble, pero términos como "Triple Acción" ya existían en esos años, y siguen siendo terminología típica en las publicidades de la marca. Por apenas $3,50 de la época ( o $2 para niños) uno podía hacerse de este cepillo que por lo visto era capaz hasta de masajear encías. La siguiente imagen sí hace referencia a su pasta dental, su producto más difundido, y que probablemente esté en la casa del que lee esto. Con la estrategia publicitaria que ya venían probando hacía años con los productos Palmolive, en 1952 aparecía una mini-historieta contando las desventuras de una pobre mujer que sufre ante la indiferencia de su marido, sin darse cuenta que todo se debía a su aliento criminal. Increíblemente la regularidad para cepillarse no es tan diferente a la actualidad, pero otro dato sí se volvió antiguo: recomendar a la gente usar la misma pasta con agua para enjuagarse la boca. Sin quererlo, ese médico estaba recomendando un enjuague bucal casero, producto que años después aparecería en su propia botellita y nunca más un odontólogo bajo el nombre Colgate volvió a sugerir eso. El tercer recorte es de 1987, época en que las firmas importantes publicaban en la revista Selecciones su historia y trayectoria. Allí podemos enterarnos de las fechas de la llegada a la Argentina, el año de la llegada del sabor menta (fuera del "original" que persiste hasta hoy) y la aparición del envase con dosificador, un diseño que en esos años 80 era una modernidad y hoy ni rastros quedan de él. El color rojo seguía siendo el principal de los empaques, y la variedad de cepillos y pastas estaba bastante limitada. Además, aún estaban mentidos en el negocio de jabones, no sólo con Palmolive sino fabricando el jabón para lavar Kop. Todo cambiaría a partir de la década siguiente, con la llegada de cientos de colores y sabores importados. También llegaría la época de las licencias: en el cuarto aviso vemos cremas y cepillos Colgate creados especialmente para la película 102 dálmatas de 2001. En la siguiente foto vemos un resumen de las cremas que se comercializaban hasta hace una década: varias cambiaron de nombre, otras se diversificaron y el término "Triple Acción" sigue allí, como hacía 60 años. Finalmente, hacemos mención al Colgate de nuestros días, el que en 2014 colaboró con la Fundación Techo y que desde 2011 fabrica el enjuague bucal Plax de Bob Esponja, el cual pinta de color azul las zonas que falta cepillar bien. Y en el camino de toda esta historia, otras marcas conocidas del mundo dental como Kolynos u Odol quedaron bajo su ala. Hoy su único gran competidor global es P&G, dueño de Oral B, Pro y Crest, un dentífrico muy famoso en EEUU. Y todavía le quedan muchos años más por delante a Colgate, ya que para su regocijo sonreír y mostrar dientes blancos al borde de lo químico artificial sigue estando de moda como en aquél lejano siglo XIX...

1949: un cepillo Colgate (sin grandes diferencias con uno que se pueda comprar ahora, salvo el limpialengua) ya aseguraba protección anticaries y blancura dental usándolo regularmente.

1952: un ama de casa de los años 50 soluciona sus problemas de matrimonio gracias a comprar un dentífrico Colgate. La época de oro del tubo metálico. 

1987: con muchos años más encima, Colgate presenta su aún escueta línea de productos. Sin enjuagues ni hilo dental pero con el revolucionario envase dosificador que hasta podía pararse. Hace rato que no se lo ve más.

2001: cepillos y dentifricos con los personajes de Disney. Por esos mismos años también aparecerían las sofisticadas cremas infantiles con Garfield, Barbie, los Rugrats...

Las cremas Colgate que podían conseguirse entre 2004 y 2006: la Frescura Confiable fue la primera en irse, pero el concepto de usar geles perseveró y hoy es de lo más común. La Sensitive se volvió Sensitive Pro Alivio Blanqueadora (quién iba a imaginarse un nombre tan grande para una pasta de dientes!), la  Blanqueadora dejó de venderse sola, la Total se volvió Total 12 y Total 12 Blanqueadora, y la Triple Acción también viene en versión gel.

Colgate y Techo, la unión de palabras con más peligrosa unión al chiste fácil, juntas en una sola promo. Y a la derecha, un Colgate Plax Zero Alcohol con Bob Esponja. Asegura teñir los dientes de azul en las zonas mal cepilladas, pero lo único que hace es pintar azul la lengua.

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