El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 11 de marzo de 2017

Chupadas Internacionales



Golosinas en el mercado tenemos muchas, pero una experiencia curiosa que cada tanto se debe hacer es probar golosinas extranjeras. Ayuda a entender muchas veces en qué lugar se encuentra el mercado argentino y ayuda a explicar también la fuente de inspiración que creemos es un invento original nacional. Y con ese objetivo en mente conocimos los chupetines de Corea del Sur marca Alpenliebe, proporcionados por Eliana Quiroga. Como puede verse en la foto, hay cuatro sabores disponibles: Cola, Frutilla, Pera y Uva. Cuatro sabores bien diferentes, y por lo visto muy sonrientes, para que no te de igual entre uno u otro. Como se ve en la foto siguiente, todos estos chupetines tienen su color distintivo intercalado con el blanco, generando el mismo motivo  rayas en todas las variedades. Todos tienen el palito un poco más chico que sus colegas argentinos, y sus sabores son bien diferentes: en comparación a los chupetines nacionales (lo que nuestro paladar considera “sabor estándar de chupetín”) tienen una esencia un poco apagada, como que les falta gusto. Por ejemplo, el rosado que aparenta ser de frutilla o cereza está a años luz de distancia del exquisito ChupaChups clásico de fresa. A su vez, podría decirse que ese gusto un poco desvanecido resulta bastante artificial para lo que esperamos, pero eso no quiere decir que los sabores criollos son naturales y una copia al producto imitado. Los productos “cremosos” que supo vender Arcor como los caramelos Creamix, las pastillas MentoPlus o hasta los más recientes Alka cremosos son más dulces y atractivos desde nuestro punto de vista. Pero es una simple cuestión de gustos, y muy influenciada por años de comer el mismo tipo y la misma receta de chupetines. Esta marca Alpenliebe no es originariamente coreana sino italiana: forma parte de Perfetti Van Melle, una empresa fabricante de golosinas que Arcor conoce muy bien: ellos son los verdaderos dueños de Vivident, la marca que Arcor lanzó sin éxito a principios de los 90 tratando de competirle al Beldent de Stani. Utilizaron esa marca sin permiso y fueron los de Stani los que justamente avisaron a los originales propietarios. Eso no es todo: bajo la marca Alpenliebe se fabrican unos caramelos cremosos con sabores y colores muy similares a los Creamix de Arcor, que antes habíamos mencionado. A pesar de todas estas coincidencias, los chupetines Arcor y los Alpenliebe son totalmente diferentes, y representa una interesante experiencia probar estos curiosos productos italocoreanos. Nos dejan como enseñanza que somos pequeños en el mundo y no tenemos la verdad absoluta de todo: cuando creemos que un chupetín tiene el mismo gusto en todo el mundo, nos demuestran que estamos bastante equivocados…  

1 comentario:

  1. Una vez compre uno de pera y otro de mango. Admito que el de pera no tiene buen sabor pero el de mango no pierde en ningún

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