El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

lunes, 10 de abril de 2017

Pasale Puloil

Anuncio de 1940 sobre un programa en LR3 Radio Belgrano que contaba con el auspicio de Puloil. La mujercita con la escoba y el cepillo están bien representados para que quede claro de qué marca estamos hablando. Por momentos se confunde las menciones al contenido de los programas de la radio con lo bueno que es limpiar con este polvo…

Esta publicidad es de 1956, pero increíblemente presenta muchos elementos similares a las campañas actuales. Se cuenta la historia de Villa Vitacal, de lo puro y limpio que es su aire, de cómo lograron estudiar la composición de su ambiente y la conclusión de que ir a vivir a ese lugar despoblado es lo mejor para la salud. No sólo queda la cosa ahí… Puloil había instalado una oficina en el pueblo para ayudar a que la gente se mude ahí! Este tipo de estrategias donde se movilizan poblados o mucha gente detrás de una marca nos recuerda rápidamente a los potreros de Tarjeta Naranja, a los carnavales de cerveza Brahma, a los Parrilla mencionados por Burguer King…  

El mercado de los productos de limpieza se renueva constantemente al igual que el resto de los rubros, aunque suele demorarse más en abandonar o incorporar una nueva costumbre. Por lo general las marcas de esa área tienen décadas de existencia y confianza con los consumidores. Así y todo, el progreso lega igual y hay cosas que se jubilan sin que representen una gran pérdida. Durante décadas el polvo para limpieza que se ocupaba en la mayoría de los hogares era uno solo: se llamaba Puloil y venía en una inconfundible lata de color amarillo. Su logo y presentación también son una verdadera marca registrada: una mujer con una escoba en la mano derecha y un cepillo en la izquierda, sin dudas una imagen que hoy por hoy despertaría muchas polémicas. Era una imagen tan característica del producto que la misma empresa en sus avisos comerciales le exigía a sus consumidores que la buscaran en el envase, para certificar que era el Puloil original. Muchas generaciones no saben de la existencia de este polvo mineral limpiador que comenzó a fabricarse a fines del siglo XIX, pero tuvo una popularidad tan grande que no es de extrañar que rápidamente se volviera el genérico de estos artículos. Marcas posteriores como Odex o Relusol eran llamados también Puloil  a pesar de ser el nombre de la competencia o ya ni existir, dependiendo la época. Uno de sus slogans más famosos decía “Limpia, brilla y da esplendor”, una frase que también sabe aparecer en los diccionarios de la RAE, creada muchos años antes que el Puloil. El nombre del limpiador también fue adoptado fuera del ambiente hogareño de limpieza: se le decía puloil también a alguien que en un sitio venía para blanquear, poner orden un lugar, una situación particular, un ambiente… pero luego ese mérito no era bien reconocido. Esto era una metáfora de la lata del polvo en sí: se usaba para darle brillo a la casa, pero se guardaba debajo de las piletas de cocina rápidamente para que no se supiera el secreto de la limpieza. También era un término peyorativo utilizado para llamar a quien estuviera encargado de hacer la limpieza de una casa: “La/El Puloil”. Pasaron los años y pudo continuar su existencia casi sin problemas, pero a partir de los años 90 la llegada masiva de modernos productos limpiadores extranjeros terminó por hacerlo desaparecer. Los Puloil Informales, como el Odex o el Relusol antes mencionados, siguieron existiendo durante un buen tiempo pero oficialmente en 2014 la empresa fabricante (Colgate-Palmolive) anunció el cese de producción de estos polvos. La razón era simplemente la falta de demanda, pero ello sólo ocurría en Argentina, en otros sitios como Uruguay iba a continuar su producción. A pesar de hace rato estar retirado (y antes de su desaparición oficial ya era considerado algo anticuado) el Puloil ha logrado seguir existiendo en la lengua y en quienes lo recuerdan de su infancia, de haber visto tarros de la marca aunque sea de adorno o llenas de tornillos en su casa. Hasta hay consejos en Internet sobre cómo tratar de fabricar Puloil rudimentario casero. Ya había antecedentes: en 1932 sobre Buenos Aires se precipitó una lluvia de cenizas provenientes de una erupción volcánica de Chile, y dichos polvos fueron utilizados por las amas de casa y hasta comercializados como Puloil. Una de las últimas novedades referentes a este tipo de productos ocurrió en San Juan en Diciembre pasado: se estudió un yacimiento de arcillas abrasivas en las Hornillas (Calingasta) con el objetivo de fabricar un polvo de limpieza para ser utilizado, inicialmente, por los mayoristas. Este proyecto está siendo realizado por la denominada Asociación Ciudad Andina junto al Colegio Boero, la Municipalidad de Calingasta y el Ministerio de Minería. Y para describir su proyecto en los medios no les quedó otra que utilizar la palabra Puloil para que rápidamente se entendiera qué quieren hacer. Tienen planeado lanzar este producto a lo largo de este año… lo lograrán? Aún no se sabe, pero lo que es seguro es que a la hora de venderlo ya no se les ocurra poner una mujer con elementos de limpieza en la mano… sino el proyecto les va a durar menos que una casa limpia un día de viento!

6 comentarios:

  1. Los productos de limpieza tienen que ser llevados en la mano de una mujer,como fue siempre,como es y como debe ser,no se porque decis eso,faltaria que la limpieza la haga un hombre,esta todo tan desdibujado que no me asombraria,sodomitas

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  3. Los dueños son judíos de tel avit por eso la vestimenta de la mujer y la lata tiene un diseño hebreo,luego de llamarce puloi cambio su nombre y paso a ser llamada indurba sacif,las tierras q ellos compraron se encuentran en la localidad de Ituzaingó y no de Castelar como figura en la publicidad puede ser q en ese momento pertenecía a el partido de Morón de allí quizás en su división territorial pertenecería a Catelar,una gran parte de esas tierras hoy pertenecen a el Club de Vélez sarfiel,hoy conocido como barrio parque el jaguel o parque leloir en los impuestos figura con el nombre de unos de los gobernadores de la provincia de Buenos Aires Gobernador Udaondo,ellos compraron una reserva ecológica,desconocía la oficina y el proyecto q ellos tenian,hasta el día de hoy se respira un aire fresco,rodeada por una gran cantidad de arboles.

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  4. Vivo en San Juan y no sé nada hasta el momento, llegué a este artículo buscando, sin éxito, una forma de fabricar puloil casero porque me gusta más el resultado que los limpiadores en crema. Muy bue articulo e interesante el comentario sobre el origen.

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  5. Una forma de fabricar puloi casero que tengo yo es con ceniza de madera. Mientras hago lejía potásica (lavandina), voy filtrando la ceniza hasta dejarla libre de carbón, hago que asiente por 5 días, luego hago secar la ceniza y buala, puloi casero. Y funciona, me deja los sartenes brillantes

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  6. Sí, la ceniza de cigarrillo pule. También el óxido de cerio, pule hasta vidrio, pero no es barato.

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